Microflora normal del cuerpo humano
Microflora
normal del cuerpo humano
El término “microfl ora normal o microbiota” se refi ere a la población
de microorganismos que habita en la piel y mucosas de las personas sanas. La
investigación ha demostrado que esta “fl ora normal” ahora conocida como
“microbiota normal” proporciona la primera línea de defensa contra los
microorganismos patógenos, ayuda a la digestión, participa en la degradación de
toxinas y contribuye a la maduración del sistema inmunitario.
Comunidades microbianas que viven en la piel y mucosas del ser humano
como la boca, esófago, estómago, colon y vagina utilizando secuencias genéticas
de subunidades pequeñas (16S) de RNA ribosómico.
La piel y mucosas albergan gran variedad de microorganismos que se
clasifi can en dos grupos: 1) la fl ora residente, que consta de variedades
relativamente fi jas de microorganismos que suelen encontrarse en determinada
región a determinada edad; si se modifi ca, se restablece por sí misma de
inmediato. 2) La fl ora transitoria consta de microorganismos apatógenos o
potencialmente patógenos que habitan en la piel o mucosas durante varias horas,
días o semanas; provienen del medio ambiente, no generan enfermedades ni se
establecen permanentemente en la superficie. El miembro de la flora transitoria por lo general
tienen poca importancia siempre y cuando la fl ora natural normal permanezca intacta.
Sin embargo, cuando la fl ora natural cambia, estos microorganismos
transitorios colonizan, proliferan y generan enfermedades.
Probablemente los microorganismos que se cultivan en el laboratorio
representan sólo una fracción de los que forman parte de la fl ora microbiana
residente o transitoria.
PARTICIPACIÓN DE LA MICROBIOTA NATURAL
Los microorganismos que permanecen constantemente en las superfi cies
del cuerpo son comensales. Su presencia en determinada área depende de ciertos
factores fi siológicos como temperatura, humedad y determinados nutrientes y
sustancias inhibidoras. Su existencia no es indispensable para la vida, puesto
que es posible criar animales “sin gérmenes” en ausencia completa de fl ora
microbiana normal. Sin embargo, la fl ora natural de ciertas áreas tiene una
función importante para conservar la salud y la función normal.
El mecanismo de la interferencia bacteriana probablemente comprende la
competencia por los receptores o sitios de unión en las células hospedadoras,
competencia por los nutrientes, inhibición mutua por medio de productos
metabólicos o tóxicos, inhibición mutua por medio de materiales antibióticos o
bacteriocinas, y otros mecanismos. Estos microorganismos se comportan como
oportunistas y se pueden convertir en patógenos.
Las especies de Bacteroides son las bacterias naturales más frecuentes
del intestino grueso y son inocuas en ese lugar. Pero si se introducen en la
cavidad peritoneal libre o en los tejidos pélvicos en combinación con otras
bacterias por algún traumatismo, generan supuración y bacteriemia.
MICROBIOTA NORMAL DE LA PIEL
La piel, al encontrarse expuesta
constantemente al ambiente y en contacto con el mismo, es un medio idóneo para
la permanencia de microorganismos transitorios.
Los microorganismos predominantes de la piel son bacilos dift eroides
aerobios y anaerobios (p. ej., Corynebacterium, Propionibacterium); estafilococo no hemolítico tanto aerobio como anaerobio (S. epidermidis y otros
estafilococos coagulasa-negativos, en ocasiones S. aureus y especies de
Peptostreptococcus); bacilos grampositivos, aerobios y formadores de esporas
que habitan en el aire ambiente y tierra; estreptococo hemolítico α
(estreptococo viridans) y enterococos (especies de Enterococcus); y bacilos
coliformes gramnegativos y Acinetobacter. En los pliegues cutáneos con
frecuencia existen hongos y levaduras; en las áreas donde abundan las
secreciones sebáceas (genitales, oído externo) existen micobacterias
apatógenas. Los principales factores para eliminar a los microorganismos no
naturales de la piel son el pH reducido, los ácidos grasos en las secreciones
sebáceas y la presencia de lisozimas.
MICROBIOTA NORMAL DE LA BOCA Y VÍAS RESPIRATORIAS SUPERIORES
La flora de la nariz consta principalmente de corinebacterias, estafi
lococos (S. epidermidis, S. aureus) y estreptococos. Frecuentemente las mucosas
de la boca y faringe son estériles al nacimiento, pero se contaminan al
atravesar el canal del parto. En las primeras 4 a 12 h después del nacimiento,
el estreptococo viridans se establece como el miembro principal de la flora
normal y lo sigue siendo por toda la vida. Actinomyces en el tejido amigdalino
y las encías de los adultos, que algunas veces se acompañan de diversos
protozoarios. En la boca existen levaduras (especies de Candida).
Los bronquios pequeños y alvéolos normalmente son estériles. Los
microorganismos que predominan en las vías respiratorias superiores, en
especial la faringe, son estreptococos no hemolíticos y hemolíticos-α y
Neisserias. También se observan estafilococos, difteroides, Haemophylus,
neumococos, micosplasmas y Prevotella. Las infecciones de la boca y aparato
respiratorio por lo general son causadas por fl ora buconasal mixta, incluidos
anaerobios.
PARTICIPACIÓN DE LA MICROBIOTA BUCAL NORMAL EN LA CARIES DENTAL
La caries es una desintegración de los dientes que empieza en la superfi
cie y avanza hacia el interior. Primero se desmineraliza el esmalte superfi
cial, que carece de células. Este fenómeno se ha atribuido al efecto de los
ácidos producidos por la fermentación bacteriana. La descomposición ulterior de
la dentina y cemento comprende la digestión bacteriana de la matriz proteínica.
El segundo paso esencial en la formación de caries es la producción de
grandes cantidades de ácido (pH <5.0) por parte de los estreptococos y
lactobacilos de la placa. Esta concentración elevada de ácido desmineraliza al
esmalte adyacente e inicia la caries.
Para detener la caries es necesario extirpar la placa, limitar el
consumo de sacarosa, alimentarse bien con un consumo sufi ciente de proteínas y
reducir la producción de ácido en la boca limitando los carbohidratos
disponibles y limpiarla con frecuencia. La aplicación de fl úor en los dientes
o su ingestión en el agua mejora la resistencia ácida del esmalte. Para detener
la enfermedad periodontal es necesario extirpar los cálculos (depósitos calcifi
cados) y tener una buen higiene bucal.
MICROBIOTA NORMAL DEL INTESTINO
Al nacimiento, el intestino es estéril, pero poco después se introducen
microorganismos con el alimento. En los niños alimentados al seno materno, el
intestino contiene un gran número de estreptococos productores de ácido láctico
y lactobacilos. Estos microorganismos aerobios y anaerobios, grampositivos e
inmóviles (p. ej., especies de Bifi dobacterium) producen ácido a partir de
carbohidratos y toleran un pH de 5.0. En los niños alimentados con biberón,
existe una fl ora más mixta en el intestino y los lactobacilos son menos
predominantes. Conforme los hábitos alimentarios adquieren el patrón del
adulto, la flora intestinal cambia. La alimentación repercute signifi
cativamente en la composición relativa de la flora tanto intestinal como
fecal. El intestino del recién nacido en cuidados intensivos tiende a estar
colonizado por enterobacterias como Klebsiella, Citrobacter y Enterobacter.} En el adulto sano, el esófago
contiene microorganismos que llegan con la saliva y los alimentos. La acidez
del estómago mantiene a los microorganismos en un mínimo (103 a 105/g de contenido)
a menos que la obstrucción del píloro facilite la proliferación de cocos y
bacilos grampositivos. El pH ácido normal del estómago lo protege de las
infecciones causadas por algunos microorganismos patógenos intestinales, por
ejemplo, cólera.
Los microorganismos sensibles al fármaco son sustituidos por
microorganismos resistentes, en especial estafilococos, enterobacterias,
enterococos, proteus, pseudomonas, Clostridium diffi cile y levaduras.
MICROBIOTA NORMAL DE LA URETRA
La porción anterior de la uretra en ambos sexos contiene un pequeño
número del mismo tipo de microorganismos encontrados en la piel y perineo. La
orina de la micción normal contiene aproximadamente 102 a 104/ml de estos
microorganismos.
MICROBIOTA NORMAL DE LA VAGINA
Poco después del nacimiento,
aparecen lactobacilos aerobios en la vagina y persisten siempre y cuando el pH
permanezca ácido (varias semanas). Cuando el pH se neutraliza (permanece así
hasta la pubertad) la flora es mixta a base de cocos y bacilos. Durante la
pubertad, reaparecen los lactobacilos aerobios y anaerobios en gran cantidad y
contribuyen a mantener el pH ácido al producir ácido a partir de carbohidratos,
en especial glucógeno. Aparentemente este es un mecanismo importante para
prevenir el establecimiento de otros microorganismos potencialmente nocivos en
la vagina. Cuando los lactobacilos se suprimen por la administración de
antimicrobianos, aumenta el número de levaduras u otras bacterias causando
irritación e infl amación. Después de la menopausia, el número de en 25% de las
mujeres en edad reproductiva. Durante el parto, el producto adquiere al
estreptococo del grupo B, que posteriormente genera septicemia neonatal y
meningitis. La flora vaginal normal también comprende con frecuencia estreptococo
α-hemolítico, estreptococos anaerobios (peptoestreptococos), especies de
Prevotella, clostridios, Gardnerella vaginalis, Ureaplasma urealyticum y en
ocasiones especies de Listeria o Mobiluncus. El moco cervical posee actividad
antibacteriana y contiene lisozimas. En algunas mujeres, el introito vaginal
contiene una fl ora abundante similar a la del periné y el área perineal. Quizá
éste es un factor predisponente en las infecciones urinarias recurrentes. Los
microorganismos vaginales en el momento del parto infectan en ocasiones al
recién nacido (p. ej., estreptococo del grupo B).lactobacilos disminuye de
nuevo y se restablece una flora mixta. La flora vaginal normal comprende
estreptococo del grupo B.
MICROBIOTA NORMAL DE LA CONJUNTIVA
Los microorganismos que predominan en la conjuntiva son difteroides, S.
epidermidis y estreptococos no hemolíticos. Con frecuencia también existen
Neisseria y bacilos gramnegativos similares a Haemophilus (especies de
Moraxella). La flora conjuntival normalmente es regulada por la circulación de
lágrimas, que contienen lisozima antibacteriana.
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